La noche se te echa encima,
no llevas ni dos troncos cortados
Mientras intentas buscar otro lugar
escuchas unas pisadas.

Te acercas para investigar y
antes de que te des cuenta
estás en el suelo con un fuerte
dolor en la cabeza
parece que te han dado con una piedra
y la vista se te empaña de sangre antes
de morir desangrado.














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